MOLL
El puerto pesquero resplandece en mil tonos y texturas , barcos añejos, pintados por el sol, el oxido y la sal, cuentan historias de jornadas en alta mar. La madera y el metal desgastado teñido con la nostalgia del tiempo, amarres y redes con esencia salina.
Sol, lluvia, viento, frio, calor, sal y la mar, son los pintores que convierten el viejo puerto pesquero en un lienzo poético, donde cada imagen cuenta su propia historia marinera.